TARDES EN TORNO AL RELATO ERÓTICO


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lunes, 19 de marzo de 2012

EL MIRADOR

Relato con las palabras de la Primera Sesión: Buhardilla, Mantilla, Anilla, Corazón, Insinuar, Caos, Azul, Calor 



Desde los grandes cristales de su buhardilla, Manuel veía pasar cada mañana a las ocho menos diez una mujer esbelta que, abrazada a una carpeta, caminaba con paso ligero desde la parada del autobús hasta un portal dos calles más abajo. Esa era la hora del café con madalenas para Manuel. Después volvía con sus pinceles y sus óleos para plasmar en lienzos un caos de sensaciones a través de infinitas tonalidades de colores que mezclaba diluyéndolos en un aceite de linaza que impregnaba con su olor toda la buhardilla y lo que en ella se encontraba.
Al atardecer, terminaba su jornada con un largo paseo por el barrio. Era entonces cuando se cruzaba con la mujer de las ocho menos diez. Tantos días, semanas y meses con el mismo ritual. El cruce de dos personas sin intercambiar miradas, sin ni siquiera insinuar que percibían su presencia. Y, sin embargo, ella reconocía bien aquel olor característico a aceite de pintor.
Aquella tarde la mujer cambió su rutina y fue paseando hacia un parque desde cuyo mirador se divisaba toda la ciudad. El espectáculo era aún más hermoso con la puesta de sol, en la que el naranja fuerte de los últimos rayos tintaba el cielo con grandes trazos violáceos y anaranjados.
Apoyada sobre la barandilla del mirador, envuelta en una mantilla azul, empezó a notar la primera brisa de la noche, mezclada con un olor familiar a aceite. Sintió el calor de un cuerpo detrás de ella. Hubo presión de pecho contra su espalda, de muslos contra sus piernas, y de sexo contra sus nalgas. Su corazón empezó a bombear con fuerza. Una mano llegó hasta su sexo provocando una sinfonía de dedos y convulsiones. Chorros de orgasmo mojaron la mano y sus muslos.
Después, un gran silencio. Y de nuevo la brisa y frío en la espalda.
Una anilla rota en el suelo regalaba papeles de la carpeta al viento.

Luisa Morales

1 comentario:

  1. Me voy a apuntar a un curso acelerado de pintura por correspondencia: Una experiencia así hay que vivirla.

    Bravo, Luisa !!!!

    Un beso llegando por la espalda


    Luis

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