Relato con las palabras de la Primera Sesión: Buhardilla, Mantilla, Anilla, Corazón, Insinuar, Caos, Azul, Calor
Desde los grandes cristales de su buhardilla, Manuel veía pasar
cada mañana a las ocho menos diez una mujer esbelta que, abrazada a una
carpeta, caminaba con paso ligero desde la parada del autobús hasta un portal
dos calles más abajo. Esa era la hora del café con madalenas para Manuel.
Después volvía con sus pinceles y sus óleos para plasmar en lienzos un caos de
sensaciones a través de infinitas tonalidades de colores que mezclaba
diluyéndolos en un aceite de linaza que impregnaba con su olor toda la
buhardilla y lo que en ella se encontraba.
Al atardecer, terminaba su jornada con un largo paseo por el
barrio. Era entonces cuando se cruzaba con la mujer de las ocho menos diez.
Tantos días, semanas y meses con el mismo ritual. El cruce de dos personas sin
intercambiar miradas, sin ni siquiera insinuar que percibían su presencia. Y,
sin embargo, ella reconocía bien aquel olor característico a aceite de pintor.
Aquella tarde la mujer cambió su rutina y fue paseando hacia un
parque desde cuyo mirador se divisaba toda la ciudad. El espectáculo era aún
más hermoso con la puesta de sol, en la que el naranja fuerte de los últimos
rayos tintaba el cielo con grandes trazos violáceos y anaranjados.
Apoyada sobre la barandilla del mirador, envuelta en una mantilla
azul, empezó a notar la primera brisa de la noche, mezclada con un olor
familiar a aceite. Sintió el calor de un cuerpo detrás de ella. Hubo presión de
pecho contra su espalda, de muslos contra sus piernas, y de sexo contra sus
nalgas. Su corazón empezó a bombear con fuerza. Una mano llegó hasta su sexo
provocando una sinfonía de dedos y convulsiones. Chorros de orgasmo mojaron la
mano y sus muslos.
Después, un gran silencio. Y de nuevo la brisa y frío en la
espalda.
Una anilla rota en el suelo regalaba papeles de la carpeta al
viento.
Luisa Morales
Me voy a apuntar a un curso acelerado de pintura por correspondencia: Una experiencia así hay que vivirla.
ResponderEliminarBravo, Luisa !!!!
Un beso llegando por la espalda
Luis